miércoles, 11 de mayo de 2011

La contaminación del agua por arsénico

En el año 1998 en la provincia de Salamanca (Castilla y León) se realizó un estudio de los niveles de arsénico en aguas de abastecimiento. Por esas mismas fechas, en la Comunidad de Madrid la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid detectó la presencia de arsénico en niveles superiores a los 50 microgramos/l en aguas de abastecimiento de origen subterráneo.
En el verano de 2000 en la provincia castellano-leonesa de Valladolid se detectaron pozos destinados a abastecimiento de agua potable con concentraciones de arsénico superiores a los 50 microgramos/litro (µg/l). Este hecho desató la alarma en Castilla y León.

El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre que en algunas regiones del mundo puede estar presente en el agua cuando ésta atraviesa rocas que lo contienen en abundancia.

Los procesos que pueden dar lugar a una contaminación natural del agua por arsénico son muy variados:
Áreas geotermales.
Regiones volcánicas.
Acuíferos que contienen óxido de hierro y manganeso, con fuerte afinidad por el arsénico.

La presencia de agua contaminada por arsénico adquiere mayor trascendencia en regiones con una importante actividad agrícola y ganadera, ya que el agua no sólo es utilizada para el abastecimiento de núcleos de población sino también como agua de riego y para bebida del ganado.

Aunque la contaminación del agua por arsénico destaca por presentar una importante trascendencia medioambiental pero especialmente por los efectos que sobre la salud puede acarrear este tipo de problemas.


El consumo durante periodos prolongados de agua rica en arsénico puede resultar muy peligroso para la salud humana. En poblaciones que ingieren agua potable contaminada por arsénico se han observado efectos adversos tales como cáncer de piel, lesiones dérmicas, neuropatías periféricas y vasculopatías periféricas ("enfermedad del pie negro") y diversos tipos de cáncer (pulmón, rincón, hígado y vejiga).

Por razones geológicas naturales, en ciertas zonas del mundo el agua que beben algunas poblaciones puede contener altas concentraciones de arsénico inorgánico. Así ocurre en Argentina, Formosa, Chile, México, India, China, Bangladesh, Taiwán, El Salvador, Pakistán, Estados Unidos.

Mario Hernando

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